Hoy en día las mujeres podemos hacer lo que queramos, estudiar la carrera que nos interese, dedicarnos a la profesión elegida, viajar de un lado para el otro. Sin embargo, muchas de nosotras nos quedamos encerradas en casa preocupadas por los granitos (nos han salido dos), los kilos (nos aprietan los jeans) o el del pelo imposible (está tan pegado a la cabeza que parece que nos ha lamido un diplodocus).Hay muchas chicas preocupadas por su imagen, con un novio estupendo y sin embargo, muchas veces no se siente nada atractivas, ni siquiera con él. Muchas de nosotras hemos confesado alguna vez que "necesitamos" perder un par de kilos para poder ser felices. La aspiración a bajar de peso, a vestir una talla menor, en fin, a tener un aspecto diferente, es el tipo de problema que más afecta en la actualidad a las mujeres y hace que muchas acudan por ello a la consulta de psicólogos y terapeutas. Pero ya va siendo hora de ponerle coto a esta situación. No todas somos como Penélope Cruz, Uma Thurman o esa colega de trabajo que camina con paso firme, pero podemos sentirnos igual de satisfechas de nosotras mismas.
Pensar en las dos famosas citadas nos trae a la mente dos rostros irregulares, narices grandes. En un caso cabello escaso; en el otro, cierto apretujamiento de nariz, ojos y boca en un espacio reducido... y sin embargo hay consenso sobre su belleza. ¿No se deberá más a la actitud de estas mujeres que a su aspecto?. "El secreto es convencer a los demás de que eres guapa –dice Silvia, una periodista de 26 años–. Yo no soy una belleza, pero me comporto como si lo fuera...".
Acéptate tal y como eres y si tienes algunos defecticos, trata de corregirlas con ejercicio, maquillaje y una gran sonrisa.
Fuente: CosmoHispano.com
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