- Ella me hizo prometer que no diría nada peeero...: al compartir un secreto con tu chico, le das a entender que confías en él y consolidarás su intimidad. Sin embargo, este tipo de secretos suenan más bien a chisme y con él das la señal de que no te importa traicionar a una amiga. Y si le estás haciendo eso a una amiga, ¿cómo puede él estar seguro de que no se lo harás también?. La consecuencia puede ser que en el futuro, él sea mucho menos abierto contigo. En ese tipo de situaciones, hazle antes un halago como: "sólo comparto esto contigo porque sé que se puede confiar en ti". Le demostrará que te importa respetar los deseos de tu amiga y que sientes que él es parte del secreto, y no un desahogo.
- Eres mucho mejor que todos los otros imbéciles con los que he salido: en principio, esta frase parece un halago hacia tu chico. Sin embargo, cuando un hombre escucha esto las señales de alarma comienzan a sonar en su cabeza. En fin, no hables de tus ex y céntrate en tu relación de pareja actual, dejando aspectos agradables de la misma.
- Es un chico genial, deberían ser amigos: puede que tus intenciones sean completamente inocentes ya que has conocido a un chico chévere igual que tu novio, así que deberían juntarse y tomarse unos tragos juntos. ¡Cuidado! Que intentes controlar su vida social no sólo le hará plantearse si serás tan controladora en todo lo demás sino que, además, se sentirá celoso del otro chico. Si de verdad piensas que hay potencial para una gran amistad entre los dos, organiza una salida en grupo y deja que las cosas se desarrollen con naturalidad.
- ¿De verdad necesitas comprar todo eso?: si tu chico está gastando el dinero que no tiene en cosas como aparatos electrónicos, un carro de lujo o regalos carísimos para ti (bueno, eso tampoco está tan mal) es normal que quieras decirle que no debería hacerlo. No obstante, sé consciente de que los hombres depositan gran parte de su autoestima en su poder económico, por lo que criticar sus habilidades financieras es casi como llamarle perdedor. Y lo que es peor, el comentario hará que te asocie con la mujer menos sexy y deseable de su vida: mamá. Si repites la actuación de "Yo sé lo que es mejor para ti" durante mucho tiempo, acabará tratándote como a su madre y podría terminar convirtiéndose en el típico niño-hombre travieso, entrando en un círculo vicioso en el que él te provoca y tú le regañas... ¡y así eternamente!. Si están casados o viven juntos, elige un momento neutral para discutir el tema del dinero. Siéntate con él tranquilamente y elaboren juntos un presupuesto detallado. Si solo salen juntos, sus temas de pelas no son asunto tuyo. A menos, claro está, que empiece a chulearte.
- No seas tonto, ya yo no hago eso: comprendemos perfectamente que, cuando estás en una relación seria, quieras domar tu parte más salvaje. Pero decirle a tu chico que algo propio de tu forma de ser, se ha quedado en el pasado, es como decirle "solía ser muy divertida, pero ya no lo soy". Ese tipo de pensamiento es el principio de una relación rutinaria y aburrida. Aunque decidan quedarse en casa los viernes por la noche, a los chicos les gusta pensar que eres una chica divertida y lanzada, que simplemente ha decidido tomárselo con calma. En el caso de que sientas el impulso de hablar de que quieres "madurar", lo mejor es hacerlo comentando lo que te ocurre en el presente, sin mencionar el pasado. Habla con ilusión de una cena que quieres hacer o de una exposición que quieres ver, pero nunca te olvides de lo divertido que es volverse loco de vez en cuando.
Fuente: CosmoHispano.com
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