Puedes pensar que se trata de algo inocente, seguramente una pizca de mal carácter o un pronto en un mal día, pero también puede ser que hayas detectado a un hombre violento. El terreno resbaladizo entre la actitud agresiva de la que conviene escapar y el comportamiento que podría entrar dentro de lo que se califica como "normal" no es fácil de delimitar. Sin embargo, hay ciertas actitudes que, por recurrentes, deben ponerte en guardia.
- Los celos: la psicóloga María Victoria Martín señala que los intentos de controlar y aislar a la otra persona indican inseguridad, no amor. "Para sentirse mejor, ese hombre necesita tener a su pareja bajo control y pretende sentirse dueño de ella", dice la experta. Si la situación se agrava y llega a convertirse en maltrato psicológico, el objetivo del agresor suele ser confinar a su pareja a un mundo reducido, impidiendo que se relacione con los demás de diversas maneras. Y esto lo logra de diferentes formas; hay quien somete a la otra persona recurriendo a lamentaciones como "no me quieres lo suficiente", con comentarios denigrantes como "no entiendo qué les ves a los idiotas de tus amigos", con amenazas verbales o, en los casos extremos, llegando incluso a utilizar la fuerza física.
- Controlándolo todo: el punto perverso de esta actitud es que quien la ejerce se convence a sí mismo y trata de convencer a su pareja de que lo hace por su bien, para ayudarla en la vida y en la toma de decisiones. Los expertos no están seguros de que la intención del controlador sea tan buena como él dice. Al fin y al cabo no confía lo suficiente en su pareja, y la considera una "menor" que puede hacerse daño y dañarlo a él también.
- Grandes expectativas e hipersensibilidad: los especialistas señalan que el hombre agresivo depende de su pareja para todo y espera que ella cumpla con sus "deberes". Es decir, que sea buena amante, buena amiga, ama de casa eficaz, etc. Maneja los estereotipos de género y considera que las tareas de la mujer son unas muy específicas y, de manera sutil o explícita, espera que ella esté a su servicio. Su sistema de valores es rígido y anticuado. Otra señal del personaje potencialmente agresivo es que se ofende con facilidad. El hipersensible agresivo se queja de sentirse herido cuando en verdad lo que siente de verdad es rabia. Suele ser el tipo de persona que se lo toma todo como un ataque personal, quejándose siempre de injusticias cuando, en realidad, se trata de circunstancias normales de la vida.
- El abuso verbal: ¿quién no ha sido testigo de esa lamentable escena en la que un miembro de la pareja, generalmente el hombre, se burla o critica abiertamente al otro?. Y si, por ejemplo, alguien no se corta a la hora de decir en público que su mujer no sabe ni sumar, imaginemos qué le dirá en privado. De nuevo este tipo de comportamiento, cuyo objetivo principal es humillar, apunta a la inseguridad de quien lo pone en práctica, alguien que, según la psicóloga María Victoria Martín, "para sentirse mejor, necesita tener 'debajo' a su pareja". Otro factor son los insultos: "Si el insulto se produce ocasionalmente, debido al acaloramiento, puede no significar nada. Sin embargo, si cada vez que se produce una discusión se acude a los descalificativos, eso sí es significativo".
- La agresividad simbólica: "este tipo de actitud significa un alto grado de agresividad y señala a una persona que tiene que exteriorizar su enfado. No le sirven sólo las palabras." Romper o golpear objetos se usa como castigo, para intimidar a la pareja. Puede suceder que en medio de una discusión uno se levante y se largue de la habitación airadamente y, en el camino, tire la puerta. Si eso sucede alguna vez no tendría que alarmarte. Pero la situación es muy distinta cuando el miembro de la pareja enfadado elige un objeto y lo estrella contra el suelo. La premeditación y recurrencia son factores fundamentales. Según la psicóloga: "Es más fácil que una persona con este tipo de comportamiento violento pase a la agresión física en un momento dado."
Así que si estás en el estado inicial de una relación o si ya llevas un cierto tiempo y te suceden uno o más de estos comportamientos, no silencies tu señal interna de alarma!. No mereces estar con alguien que pretende tenerte sometida y cuyo comportamiento puede derivar en una violencia física sin disimulos.
Fuente: CosmoHispano.com
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