09 julio 2010

7 claves para dejar de fumar

El cigarrillo, cigarro, pitillo o pucho es uno de los formatos más populares en el consumo de tabaco. Un cigarrillo es tabaco seco picado recubierto por una hoja de tabaco o papel en forma de cilindro, comúnmente acompañado por un filtro. No es claro el origen del cigarrillo pero sobre él existen diversas versiones y leyendas que no contaremos en esta oportunidad.

De cada 100 personas que toman alcohol, 10 beben a diario y son consideradas alcohólicas. Pero de cada 100 que fuman, de 70 a 80 lo hacen a diario, lo que da cuenta de lo adictivo que es el tabaco. Según datos de la OMS, cada año 5 millones de personas fallecen en el planeta como consecuencia del cigarrillo, lo que convierte al tabaquismo en la primera causa de muerte por enfermedades prevenibles. Por ello, te dejamos una lista de 7 pasos claves (según José Silva, director de consulta de cesación tabáquica del Hospital Universitario de Caracas) para dejar de fumar y que de una vez por todas te libres de ese mal y apestoso hábito.

  1. No lo dejes todo a la voluntad: "Dejar el cigarrillo no es fácil. No sólo es una drogodependencia sino que la nicotina está entre las drogas con más posibilidades de causar una adicción de la cual la persona no puede despegarse. Eso sí, la única manera de iniciar el proceso es tomando la decisión. Y para ello, el fumador tiene que ponerle fecha y hora al momento en que comenzará el proceso para dejar de fumar, de manera de irse preparando mentalmente y obtener las herramientas que le permitan finalizar con éxito", dice Silva.

  2. Busca y sigue una terapia farmacológica: es una necesidad de que quien desee superar la adicción se someta a una terapia farmacológica supervisada, que por lo general dura 12 semanas, tiempo en el que la persona no deberá probar el cigarrillo. Según el especialista, actualmente existen en el mercado 2 tipos de medicamentos: Los de reemplazo de nicotina y los no nicotínicos. ¿Cuál utilizar?. "El médico es el que sabe cómo adecuarlos, dependiendo de su tiempo como fumador, sus niveles de ingesta y su propio comportamiento. Incluso, puede combinarlos durante el tiempo que dure la terapia". En todo caso, éstas son las características que usted debe conocer:
    • Los parches y chicles de nicotina: son medicamentos que inyectan al organismo dosis controladas de nicotina y actúan para disminuir los síntomas asociados al llamado síndrome de abstinencia que se producen cuando la gente deja de fumar. "Una de las razones por las cuales las personas no abandonan el cigarrillo es porque cuando dejan de fumar aparecen unos síntomas (ansiedad, sudoración, temblores, insomnio, dolores de cabeza...) que constituyen el llamado 'síndrome de abstinencia', el cual aparece porque el cerebro está pidiendo que le suministren la sustancia de la que se ha hecho dependiente. Una forma de aliviar eso es dándole nicotina al paciente. Si la persona empieza a usar el parche una semana antes de la fecha en que debe dejar de fumar, le da tiempo al medicamento de mostrar su efecto, de manera que cuando la persona decide abandonar el cigarro se siente más segura y no se quita el parche. El chicle de nicotina requiere un entrenamiento para masticarlo, de manera que libere nicotina durante 30 minutos".
    • Las novedosas pastillas antitabaco: son medicamentos que no liberan nicotina al organismo sino que contienen componentes que actúan sobre ciertas funciones cerebrales y eliminan la sensación de goce que da el cigarrillo.

  3. Combina con seguimiento psicológico: "Fumar es un hábito. Y los hábitos se cambian si se modifica el pensamiento que el adicto tiene sobre lo que cree significa el cigarrillo en su rutina, así como se procura cambiar las actividades que lo conducen a fumar", recalca Silva. El médico deberá darle herramientas para que el fumador sustituya las actividades que lo "tientan" a consumir cigarrillos por otras más productivas, a la vez que trabajará en desmitificar el poder del tabaco sobre su estabilidad emocional. "La gente fumadora hace trampas para perder, porque dice que el cigarrillo la ayuda a superar la depresión, a animarla si tiene mucho estrés o, simplemente, le sirve de compañía. La terapia busca racionalizar esas falsas premisas y verificar las verdaderas causas de las angustias o estrés, todo esto con medidas de apoyo como la creación de rutinas de actividades saludables y acciones de contención para evitar las recaídas".

  4. Combate el síndrome de abstinencia: no te sientas un extraterrestre si cuando inicias el tratamiento para dejar de fumar, comienzas a sufrir molestias físicas o psicológicas. Según Silva, es normal que el organismo reaccione ante el desequilibrio que le produce la ausencia de nicotina. Además de los medicamentos, el especialista recomienda algunas medidas de control:
    • Evita el consumo de alcohol: Por lo general, tomarse unos tragos es asociado mentalmente con el tabaquismo.
    • Ejercítate: "Está demostrado que la gente que hace actividad física tiene menos deseos de fumar, porque al hacerlo drena el estrés y libera ciertas hormonas asociadas al placer y el bienestar que la hacen sentirse mejor y no necesitar el tabaco".
    • Serénate: si la persona se siente ansiosa, recurrir a los ejercicios de relajación, tomar una ducha tibia o leer un buen libro puede ayudar a calmar la angustia que puede producir el dejar de fumar.
    • Realiza actividades manuales: doblar o desdoblar un clip, jugar cartas, escribir o pintar pueden ser buenas opciones, porque así la gente va eliminando la asociación entre fumar y mantener ocupadas las manos.
    • Solicita apoyo de tus allegados: es importante poder desahogarse con alguien cuando se sienten muchas ganas de fumar. Escoja a un amigo o familiar al que pueda llamar cuando la compulsión le llegue de repente. Ayuda mucho si usted inicia esta terapia junto a otro fumador para que puedan darse apoyo mutuo. Los familiares deben ser muy comprensivos ante los ataques de mal humor o ansiedad y deben siempre estimular al fumador a seguir adelante, recordándole lo bien que se ve o los progresos que va alcanzando al no fumar.

  5. No te angusties si reincides: son muchos los que se frustran porque, después de culminadas las terapias farmacológicas y sicológicas para abandonar el tabaco, recaen en el hábito de fumar. Silva asegura "con los tratamientos más modernos, la posibilidad de lograr dejar el hábito del cigarrillo es de 40%; es decir, en promedio 4 de cada 10 fumadores logran zafarse de su adicción la primera vez que lo intentan, pero 6 reinciden. Dejar de fumar es como aprender a montar en bicicleta. Cada vez que te caes, tienes una experiencia que hace que la próxima vez que te montes evites las situaciones que te llevan a cometer ese error". Silva agrega que, por lo general, cuando se reinician las terapias después de una recaída, lo mejor es prolongar el tratamiento por 4 ó 6 meses.

  6. Sé prudente con las terapias alternativas: seguramente has visto en la calle numerosas vallas y afiches que promocionan charlas motivacionales para superar el tabaquismo. O has encontrado en Internet páginas que hablan de la hipnosis, la sugestión mental o la acupuntura oriental como opciones para dejar de fumar. El director de consulta de cesación tabáquica del Hospital Universitario de Caracas tiene sus reservas y recomienda no recurrir a estas opciones. "Hay muchas cosas que no sirven -dice tajantemente. La ciudad está llena de afiches de supuestos gurús que ayudan a dejar el hábito del cigarrillo con una charla de 4 horas de sugestión emocional o de autoayuda. No hay estudios científicamente controlados que ofrezcan evidencia de que estas opciones tengan algún efecto cierto, frente a las terapias farmacológicas y de acompañamiento psicológico, que sí han podido demostrar su efectividad". En un documento publicado en 2002, la Organización Mundial de la Salud reconoce el uso extendido de estas terapias (acupuntura, digitopuntura, hipnosis...) y las incluye dentro de la llamada medicina tradicional, alternativa o complementaria.

  7. Nunca es tarde: los especialistas siguen llamando la atención sobre la necesidad de abandonar esta adicción y cambiarla por hábitos de vida saludables. "Es posible dejar de fumar. Requiere esfuerzo y tiempo. Pero nunca es tarde", dice Silva, para quien ni siquiera la edad es un impedimento. Según un estudio médico británico, fumar mata a 1 de cada 2 de sus consumidores habituales y la mitad de las muertes ocurren antes de que las personas cumplan 65 años. Sin embargo, este estudio evidenció que, aun si la gente deja de fumar a los 65 años, obtiene 3 años más de vida en comparación con quien continúa fumando a esa edad.

Y la próxima vez que enciendas un cigarrillo, recuerda que no sólo tú te perjudicas sino todos los que están a su alrededor también están siendo contaminados por el humo. Así que: ¡Gracias por no fumar! :)

Fuente: Estampas.com / es.Wikipedia.org

2 personas han comentado:

Vanessa dijo...

Excelente!!!

andrybong dijo...

Gracias! :)

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