12 abril 2010

5 millonarios que viven modestamente

Al menos una vez en tu vida, tal vez hasta una vez a la semana o, en todo caso, una vez al día, has fantaseado con recibir una gran cantidad de dinero. ¿Qué harías si tuvieras millones o incluso miles de millones de dólares? Créelo o no, hay millonarios y multimillonarios entre nosotros, que se hacen pasar por personas relativamente normales, comunes y corrientes.

El secreto que nadie cuenta sobre algunas de las personas más acaudaladas del mundo es que rara vez actúan como tal. En lugar de gastar excesivamente, están ocupados descubriendo formas de ahorrar e invertir para tener todavía más en el futuro. Es un hábito en el que tal vez quiera pensar para poder ir creando su propia reserva de efectivo.

Dale un vistazo a algunos de los más ricos del mundo, que no derrochan su dinero.

Warren Buffett: millones de personas leen los libros de Buffett y siguen todos los movimientos de su compañía, Berkshire Hathaway. Pero el verdadero secreto de la fortuna personal de Buffett podría ser su afición por la frugalidad. Buffett, cuyo valor se estima en $47 mil millones, evita las casas opulentas y los artículos de lujo. Él y su esposa siguen viviendo en su modesta casa en Omaha, Nebraska, que compraron hace más de 50 años a un precio de apenas $31,500. Aunque ha cenado en los mejores restaurantes de todo el mundo, si tuviera que elegir, él optaría por una buena hamburguesa y unas papas fritas acompañadas de un refresco Coca-Cola Cherry bien frío. Cuando se le preguntó por qué no tenía un yate, respondió que "la mayoría de los juguetes son sólo una molestia".

Carlos Slim: aunque casi todo el mundo conoce a Bill Gates, el nombre de Carlos Slim rara vez le resulta conocido a la gente. Sin embargo, es un nombre que vale la pena conocer. Slim, originario de México, acaba de ser nombrado el multimillonario más rico del mundo -así es, más rico que el ultra famoso fundador de Microsoft. El valor de Slim supera los $53 mil millones y aunque podría pagar los lujos más extravagantes del mundo, rara vez se da esos gustos. Al igual que Buffett, no tiene ni un yate ni un avión y ha vivido en la misma casa durante más de 40 años.

Ingvar Kamprad: el fundador del fenómeno sueco de muebles Ikea alcanzó el éxito con mobiliario a precios accesibles para ensamblar en casa. Para Kamprad, descubrir formas de ahorrar dinero no es algo que hace sólo por sus clientes, sino que es un valor personal prioritario. Se le ha citado diciendo que "la gente Ikea no maneja automóviles llamativos ni se hospeda en hoteles de lujo". Eso también aplica al fundador de la compañía. Kamprad vuela en clase turista para sus viajes de negocios y cuando necesita moverse en la ciudad toma el autobús o maneja su auto de 15 años, un Volvo 240 GL.

Chuck Feeney: crecer a la sombra de la Gran Depresión siendo un irlandés-americano probablemente explica en parte la humildad de Feeney. Con un lema personal de "mi propósito es trabajar duro, no volverme rico", el cofundador de Duty Free Shoppers se ha convertido discretamente en multimillonario, pero de forma todavía más callada ha donado casi todo su dinero a su fundación, Atlantic Philanthropies. Además de darle más de $600 millones a su alma máter, la Universidad de Cornell, ha entregado miles de millones de dólares para escuelas, departamentos de investigación y hospitales. Reacio a gastar si no tiene que hacerlo, Feeney supera tanto a Buffett como a Kamprad en la categoría de donaciones de beneficencia, al otorgar más subvenciones que las fundaciones Ford y Bill y Melinda Gates. Usuario frecuente del transporte público, Feeney viaja en clase turista, compra ropa en tiendas al menudeo y no gasta dinero en zapatos, al declarar que "sólo puedes ponerte un par de zapatos a la vez". Crió a sus hijos del mismo modo; los hizo trabajar en los mismos empleos normales de verano que la mayoría de los adolescentes.

Frederik Meijer: si vive en el Medio Oeste de Estados Unidos, es probable que haga sus compras en la cadena de supermercados de Meijer. Meijer tiene más de $5 mil millones y casi la mitad de su fortuna fue acumulada en el 2009, cuando el valor neto del resto de la gente caía en picada. Al igual que Buffett, compra automóviles a precios razonables y los usa hasta que dejan de funcionar y como Kamprad, elige moteles baratos cuando viaja por motivos de trabajo. También, al igual que Chuck Feeney, en lugar de gastar descuidadamente su riqueza, Meijer se centró en la idea del bien que puede brindarle a la comunidad.

Fuente: espanol.news.Yahoo.com

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