- Antes de empezar, deja que la crema hidratante se absorba del todo y, si te has aplicado corrector, ponte un poco de polvos traslúcidos sobre él para que se seque del todo.
- Lo primero es aplicar el rizador de pestañas. Acércalo al párpado lo más posible y ciérralo suavemente. Mantenlo en esa posición durante varios segundos. Repite esta misma operación varias veces, avanzando con el rizador de pestañas sobre toda la extensión de las mismas hasta llegar a las puntas.
- Si tienes las pestañas muy finas, puedes aplicar una ligera capa de base.
- Éste es el paso más importante: la hora de la máscara de pestañas. Escoge una cremosa, nada de máscaras secas o pasadas, y aplícala desde la raíz de las pestañas hasta las puntas con movimientos ascendentes en zigzag.
- Una vez hayas aplicado la máscara de pestañas por toda su extensión, concéntrate en las puntas para que se despeguen bien unas de otras.
- Si tienes tiempo, es aconsejable aplicar una segunda e incluso una tercera capa. El resultado será deslumbrante. Y si crees que vas a sudar o eres propensa a frotarte los ojos, lo ideal es que utilices una máscara de pestañas resistente al agua en la última aplicación.
- Utiliza un peine de pestañas después de aplicar cada una de las capas. De esta forma, tendrás unas pestañas más largas, evitarás los pegotes y repartirás mejor el producto.
- Maquilla las pestañas del párpado inferior. Para ello, debes sujetar el cepillo en posición vertical y arrastrarlo suavemente a lo largo de las pestañas, desde el extremo interior hasta el exterior.
- ¿No te convence el resultado? Recurre a las pestañas postizas para potenciar más el volumen pero, con cuidado, es importante utilizar un pegamento específico para evitarse sorpresas.
Fuente: CosmoHispano.com
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