- Analiza qué te ocurre: es fundamental saber qué te está ocasionando estrés para poder tomar medidas en el asunto, y evaluar, racionalmente, de qué forma estás reaccionando para evitar conductas que perpetúen el problema.
- Organiza tu tiempo: para no andar con "corre-corres" que te mortifiquen, páutate horarios de trabajo y de relajación, de acuerdo a tus prioridades.
- Ríe: tan sólo basta poner en YouTube "videos divertidos" para ver las más absurdas situaciones, caídas y encuentros. Si no tienes cerca una computadora con Internet, disfruta de la televisión.
- Lee: esto te ayudará a distraerte, pero busca libros de ficción que resulten un escape de la realidad en la que vives.
- Conversa: si existe alguna situación de tensión con una persona en específico, dialoga sobre las posibles soluciones y no te vayas a la cama con el problema sobre los hombros.
- Ten un hobbie: ocupe tu tiempo libre con actividades que disfrutes y que quizás habías abandonado.
- Haz el amor: está científicamente comprobado que el acto sexual produce endorfinas que alegran y tranquilizan al individuo. Aprovecha y tómalo como una excusa para consentir y que te consientan (además, es gratis).
- Disfruta de un masaje: la reflexología, los masajes suecos, el uso de piedras calientes y el shiatzu, son algunas de las opciones que prometen la curación de dolencias a través de la opresión y el tratamiento de diversas partes del cuerpo. Si esto no está dentro de tus posibilidades, un auto masaje en la palma de una mano con ayuda del pulgar de la otra y con movimientos circulares contribuye a disminuir el estrés y la ansiedad.
- Toma una ducha: disfrute un buen baño alternando el agua caliente y fría. Esta técnica se utiliza en la hidroterapia para aprovechar las ventajas de ambas temperaturas, ya que incrementa el riego sanguíneo y relaja.
- Si eres religioso, ora: ya sea por efecto placebo o por intervención de alguna fuerza divina aún no explicada, la conexión espiritual con un ser supremo puede provocar tranquilidad y proveer fuerzas para contrarrestar la adversidad ante la sensación de apoyo sobrenatural.
- Duerme: en promedio, dormir 8 horas al día te hará sentir más descansad@ y le brindará mayor productividad. Según investigadores de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, dormir menos de 6 horas al día también incrementa las posibilidades de muerte prematura, pero más de 9 horas tampoco es beneficioso para la salud. Su organismo, especialmente su sistema nervioso, se lo agradecerá.
- Ameniza tus actividades: evita que éstas se hagan pesadas y fastidiosas. Si la voz de alguien en la oficina te molesta y no te deja trabajar, colócate unos audífonos y escucha música o la radio. Petr Janata, de la Universidad de California, Davis, recientemente descubrió que ciertas melodías pueden activar la corteza prefrontal media del cerebro, provocando que despierten respuestas intensas producto de la memoria asociada a dicha música. Si aún así no te relajas, aléjate del objeto/situación causante del estrés y da una pequeña caminata.
- Piensa en situaciones de calma y en positivo: una vez lejos del problema, trata de imaginar algo ameno y que disfrutes, que pudiera calmarte. Norman Vincent Peale es el autor de la Teoría del pensamiento positivo, según la cual, alejar los pensamientos de cólera y culpabilidad, contribuyen a curar el cuerpo.
- Desacelérate: el escritor Fedosy Santaella asegura que es necesario disfrutar el proceso más que el resultado. Esto, además de hacernos más creativos, nos evita la presión del tiempo en nuestra contra.
- Distráete y estírate: el cuerpo humano no está hecho para pasar muchas horas sentado, por lo que recomienda pararse cada hora durante la jornada laboral y mover un poco el cuerpo. 5 minutos cada 2 horas te despejarán la mente.
- Respira correctamente: esto permite la buena oxigenación de todas las células del cuerpo, por lo que en momentos de agitación y ansiedad es recomendable concentrarse en respirar pausada y profundamente.
- Cuida la alimentación: el triptófano es un aminoácido básico para la nutrición humana que promueve la liberación de serotonina (un neurotransmisor que regula el sueño y el placer), por lo que controla la ansiedad, el insomnio y el estrés. Es abundante en huevos, leche, cereales integrales (arroz pardo, trigo, avena, centeno), chocolate, dátiles, garbanzos, maní y semillas de girasol y calabaza. ¿Ya entiendes por qué las dietas provocan mal humor?. La serotonina también contribuye a regular el apetito evitando la ansiedad por comida.
- Disfruta de un té relajante o una manzanilla: la valeriana, la flor de azahar y el tilo también tienen propiedades tranquilizantes. Sin embargo, el café o las bebidas de cola contienen cafeína que altera el sistema nervioso ¡Evítalos!
- Abandona los vicios: necesitar constantemente alguna sustancia o alguna actividad, provoca ansiedad (íntimamente ligada al estresante la falta de ésta. No dependas de sustancias como drogas, alcohol o tabaco que dañan el organismo.
- Haz ejercicio: libera el exceso de energía y disfruta sentirte bien y sano. Trota o inscríbete en alguna actividad que periódicamente le permita drenar el estrés de la semana.
- Haz yoga: esta doctrina del hinduismo, cuyas bases fueros fundadas alrededor del S. III a.C. por el pensador hindú cachemiro Patañjali, permite la integración con Dios y el desarrollo de la conciencia espiritual. Además de la relajación inherente a la meditación, contribuye a la ejercitación del cuerpo. En occidente, debemos la aparición del yoga a Swami Sivananda (1887-1963), cuyo lema fue "Sirve. Ama. Regala. Medita. Purifica. Realiza."
- Golpee algo (no a alguien): aunque es preferible evitar esta técnica si se está en público o si la molestia es con alguna persona en particular, más si se trata de su jefe, de esta forma puedes descargar la ira que en determinado momento te afectó la tranquilidad emocional. Si no puedes hacerlo, utiliza juguetes desestresantes que suelen ser blandos para aplastarlos entre las manos como respuesta natural de la ansiedad típica del estrés.
- Rodéate de gente que te favorezca: reúnete frecuentemente con familia y amigos que te animen y que no te representen problemas o inconformidades, sino momentos de diversión y esparcimiento.
- Se caritativo: ayudar a otros puede hacerlo sentir bien y evitar sentimientos autodestructivos. "Halla el tiempo de leer. Halla el tiempo de ser amigo. Halla el tiempo de trabajar. Es la fuente de la sabiduría. Es el camino de la felicidad. Es el precio del éxito. Halla el tiempo de practicar la caridad. Es la llave del paraíso", dijo la Madre Teresa de Calcuta.
- Acude a un especialista: si nada de lo anterior funciona y el estrés comienza a afectar su organismo, busca la ayuda de un profesional en el área de la psicología.
Fuente: Dominical.UltimasNoticias.com.ve
4 personas han comentado:
Muy buenas las opciones... para mí lo mejor para alejarlo es escribir... sí quieres me lees.
A mi me gusta la de reirnos, eso sienta tan bien al cuerpo jejeje
metase un tiro jajajajajaja
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