06 noviembre 2010

Libérate de tus complejos!

No te dejan avanzar, te paralizan de miedo, ponen trabas a cualquier emprendimiento y te impiden disfrutar de la vida. Me refiero a los complejos, esas imágenes distorsionadas que tienes de ti mismo y que pueden convertirse en tu peor enemigo. ¡Aprende a combatirlos!

¿Qué son los complejos?

En psicología, se refiere a aquella asociación de sentimientos inconscientes que influyen sobre la personalidad de un individuo. Los expertos también los definen como "pensamientos irracionales", "percepciones distorsionadas de la realidad" e "imágenes exageradas de uno mismo", que se originan al compararnos con otros.

Tipos de complejos (algunos no son oficiales)

  • Complejo de Agar y Sara: tendencia masculina o a veces inconsciente a clasificar a las mujeres en dos grupos: las buenas, puras e intocables a semejanza de la madre; y a las malas, aptas para la satisfacción sexual, pero indignas de amor.

  • Complejo de Peter Pan: se caracteriza por la inmadurez en ciertos aspectos psicológicos, sociales, y por el acompañamiento de problemas sexuales. La personalidad masculina en cuestión es inmadura y narcisista.

  • Complejo de Blancanieves: son personas que siempre necesitan llamar la atención y ser aprobados, aunque en el fondo son muy sensibles a las críticas y tienen serios problemas de autoestima.

  • Complejo de patito feo: lo sufren las personas que no están contentas con su aspecto físico y que suelen compararse continuamente con los demás, pensando que todos son mejores que ellos.

  • Complejo de Agripina: tiene el mismo significado que el complejo de Edipo, descrito por Freud. Sin embargo los psiquiatras belgas Sollier y Courbon reprocharon la denominación freudiana ya que el Edipo de la leyenda griega no sabía que cometía un incesto, pues desconocía el hecho de que su esposa, Yocasta, era en realidad su madre. Consideran más adecuado el término Complejo de Agripina, en razón de que la emperatriz romana de ese nombre trató de seducir a su hijo Nerón.

  • Complejo de Alejandro: resentimiento del hijo contra el padre.

  • Complejo de Antígona: fijación excesiva en la figura de la madre e incapacidad para aceptar las leyes de la vida y del amor. Según la mitología y la caracterización dramática de Sófocles, Antígona consagró su vida al cuidado de Yocasta y Edipo: sus padres.

  • Complejo de Aquiles: tendencia a ocultar la propia debilidad, la impotencia o la homosexualidad bajo la apariencia de invulnerabilidad o heroísmo.

  • Complejo de Aristóteles: rebelión del hijo contra el padre, del discípulo contra el maestro. El nombre alude a la oposición que tuvo Aristóteles hacia su maestro Platón. El discípulo trata de destruir la obra de su iniciador para imponer la suya, nueva y propia.

  • Complejo de Bovary: llamado más corrientemente "bovarismo", consiste en una alteración del sentido de la realidad, de raíz esquizoide, por la que una persona se considera otra de la que realmente es.

  • Complejo de Brummel: excesiva elegancia en el vestir que compensa, en el fondo, un fuerte sentimiento de inferioridad.

  • Complejo de Brunilda: tendencia de las jóvenes a querer ver en su novio un superhombre o un héroe, sobrevaloración que después del matrimonio se cambia en una desvalorización absoluta. En el caso, el hombre sigue siendo el mismo, cambia sólo la actitud de la mujer.

  • Complejo de Caín: el psicólogo francés Charles Badouin, el primero en usar el término escribe: "El niño al que le cabe en suerte un hermanito o una hermanita, reacciona primero, muy generalmente, con unos celos desmedidos y de carácter completamente animal, que subsisten luego, latentes y más o menos bien reprimidos. La hostilidad del menor frente al mayor aparece como una réplica natural a dicha hostilidad." Según Freud, la rivaidad existente entre los hermanos sería la base de la justicia. "El instinto gregario se va formando sólo paulatinamente en la nursery como efecto de las relaciones entre hijos y padres y como reacción al sentimiento de celos con que el hijo mayor empieza por acoger la intrusión del hijo menor. El primero descartaría de muy buena gana a éste último, para separarle de los padres y despojarle de todos sus derechos; pero en presencia del amor igual que los padres manifiestan hacia todos sus hijos, y ante la imposibilidad de mantener a la larga dicha actitud hostil, sin perjuicio para aquellos mismos que empezaron por adoptarla, acaba por operarse una idetificación entre todos los hijos, y se constituye un sentimiento de comunidad que sufrirá en la escuela su desarrollo ulterior. La primera exigencia que nace de esta reacción, es la de justicia, de trato igual para todos."

  • Complejo de la Cenicienta: compensación elaborada por el niño más pequeño o poco querido de la familia. Tema folklórico de muchos cuentos. El hijo menos querido será el que más tarde salvará gracias a su talento, a toda la familia que se encuentra en una situación dramática; colocado en una situación desmedrada, de víctima, el mundo reconocerá sus méritos.

  • Complejo de Creso: el nombre del último rey de Lidia (560-546 A.C.), el de las más fabulosas riquezas que recuerde la Historia, designa al complejo que se manifiesta por la búsqueda patológica de superioridad por medio del derroche del dinero, el mecenazgo y las propinas principescas.

  • Complejo de Dafne: miedo de las jóvenes ante la sexualidad. Se le llama también "angustia de penetración". La ninfa Dafne, en la mitología griega, era perseguida por Apolo. En el momento en que el enamorado dios estab a punto de alcanzarla, la ninfa se transformó en laurel.

  • Complejo de Edipo: amor patológico del hijo por la madre. Según Freud, todo niño subconscientemente desea a su madre y odia a su padre. "El pequeño se da cuenta – escribe el psicoanalista – de que el padre le cierra el camino conducente hacia la madre; su identificación con el padre toma un matiz de hostilidad, debido a este mismo hecho, y acaba por confundirse con el deseo de sustituir al padre junto a la madre". Esta situación surge entre el tercer y quinto año de la vida, y se resuelve en el sexto. Muchos no logran superar este conflicto psicoemotivo y canalizarlo en un amor normal. La no superación significa una grave perturbación evolutiva a una neurosis.

  • Complejo de Electra: término propuesto por Jung para designar la contrapartida del Complejo de Edipo. Fijación afectiva de la niña en la figura del padre. Según la leyenda griega, Electra, hija de Agamenón y Clitemnestra, vengó a su padre quien fuera asesinado por Egisto, amante de Clitemnestra. Azuzó a su hermano Orestes para que diera muerte a su madre y a Egisto, asesinos del padre de ambos.

  • Complejo de Empédocles: el complejo designa la compulsión al suicidio por realzar el propio equilibrio autoestimativo quebrantado apreciendo como un "héroe" ante sí y los demás.

  • Complejo de Eróstrato: forma peculiar el complejo de inferioridad de gran incidencia criminógena. No importan los medios con tal de distinguirse, sobresalir, que se hable de uno.

  • Complejo de Hamlet: vacilación para actuar debido a la duda, el escrúpulo y la meditación excesiva. El príncipe de Dinamarca de la obra de Shakespeare resulta el símbolo de la irresolución.

  • Complejo de Job: nombre global dado a las dolencias "psicógenas" de la piel. Se ha observado proclividad a las dermatitis psicosomáticas en personas que se ofenden con facilidad, que se sienten agraviadas, con o sin motivo. En general las alteraciones dérmicas desaparecen cuando se reestablece el equilibrio autoestimativo y desaparece el sentimiento de agravio. El nombre, creado por el psicoanalista norteamericano Félix Deutsch, recuerda al patriarca bíblico Job, quien tuvo que soportar como prueba divina, todo tipo de sufrimientos y plagas, incluyendo ulceraciones de la piel.

  • Complejo de Judas: animo de traición impulsado por el resentimiento. El sujeto no soporta la superioridad, sobretodo moral, de otra persona de mayor valía, y con sus deslealtades y perfidias procura reestablecer inconscientemente su equilibrio autoestimativo quebrantado. Las treinta monedas de plata no explican suficientemente la villanía de Judas Iscariote, cuyo nombre ostenta el complejo.

  • Complejo de Münchausen: mentiras, historias inverosímiles en las que el narrador, protagonista de sus cuentos, se impone como "superior" sobre sus oyentes. Mecanismo de compensación a una situación de inferioridad. El barón de Münchhausen protagoniza tres novelas del siglo XVIII en las que relata aventuras extraordinarias e inverosímiles que lindan con el absurdo. Como personaje literario es el prototipo del mentiroso.

  • Complejo de Narciso: narcisismo. Sobreestimación de sí mismo. Fase infantil del desarrollo caracterizada por el deso de ser amado, con preferencia al deseo de amar. El narcisista no logra superar esta fase evolutiva, queda atrapado en el yo. En la elección del objeto amoroso escogerá siempre bajo la influencia inconsciente de la imagen que se tiene formada de su propio yo, buscando en él una especie de réplica de sí mismo.

  • Complejo de Otelo: sentimiento morboso de celos. Celoso por antonomasia, el Moro de Venecia de Shakespeare da su nombre al complejo.

  • Complejo de Pulgarcito: el hijo menor de una familia en que hay numerosos hermanos y hermanas acusa una psicología particular. Señaló Adler el hecho de que, por regla general, allí donde hay muchos hermanos suele ser el más pequeño el que llegue más lejos en la vida. Supercompensación obtenida por el niño más joven, o el niño malogrado y despreciado por la familia. El propio Adler señaló al respecto el cuento popular "Pulgarcito".

¿Qué puedes hacer para superarlos?

  • Reconoce que eres valios@: antes que nada debes aprender a quererte a ti mism@ tal y como eres. Trata de ver los aspectos positivos de tu personalidad y todas las virtudes y cualidades que tengas. Empieza haciendo una lista y apréndela de memoria.

  • No busques la aprobación de los demás: actúa de acuerdo a tus valores y tu forma de ver la vida. No tienes que gustarle a todo el mundo ni sentirte mal porque piensas o eres diferente al resto.

  • No te subestimes ante los demás: resalta siempre lo mejor de ti, teniendo en mente que nosotros transmitimos todo lo que pensamos y sentimos sobre nosotros mismos.

  • No vivas de apariencias: acéptate primero tal y como eres y luego proyecta tu verdadero yo al mundo, sin tener en cuenta lo que piensen los demás. Una vez que logres esto, no necesitarás vivir de apariencias.

¡Sé feliz!

Fuente: Bello51.entertainment.yahoo.com / MarcianosMx.com

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