25 marzo 2010

4 tips para conservar tu trabajo

El panorama laboral hace temer por nuestros puestos. La cuestión es cómo identificar los síntomas que revelan si de verdad corre peligro y, sobre todo, aprender a enfrentarse a la situación de perder el trabajo.

  1. Entérate de todo: hay empresas y sectores que gozan de buena "salud" económica y estabilidad laboral. Por eso, antes de que se te contagie el bajo estado de ánimo de la nación, investiga hasta qué punto afecta la crisis a tu empresa, acudiendo a las asociaciones profesionales y leyendo la prensa especializada.

  2. Ve el panorama: algunos dicen que hay 3 síntomas inequívocos de que puedes perder tu trabajo.
    • Eliminar gastos: el primer signo de muerte empresarial es que se adquieran materiales de peor calidad y se prescinda de ciertas herramientas.
    • Recorte de personal: es normal despedir a altos cargos para reajustar estrategias, pero si se prescinde del personal de limpieza, es malo, malo.
    • Los jefes se ponen a trabajar frenéticamente: si de pronto empiezan a hacer horas extra, prepárate para lo peor.

  3. Ten un "As" bajo la manga: para evitar que te sitúen en la lista de candidatos a abandonar la nave, usa la frase mágica: "Quiero hacer que esto funcione", sugiere Deborah Brown-Volkman, una orientadora profesional estadounidense. Se trata de dejar claro que estás comprometida en encontrar una solución que ayude a la compañía. Lo peor que puedes hacer es decir que no sabes qué hacer para solucionar las cosas. Piensa fórmulas que beneficien a la empresa, sean del estilo y el nivel que sean. Lo mismo si trabajas en una zapatería como en un banco, siempre debes tener listas un par de ideas.

  4. Autoanalízate: sé honesta contigo misma y evalúa la labor que estás haciendo. Cómo hacerlo?
  • Revisa tu trabajo y sé objetiv@: haz el ejercicio de imaginar a tu jefe y al gerente de Recursos Humanos sentados en un despacho opinando sobre los empleados. ¿Qué crees que dirían sobre ti? y ¿hasta qué punto piensas que valoran tu trabajo?.
  • Haz una lista con los puntos fuertes: de tu personalidad, tu currículum, tu aportación a la empresa, etc. Y otra con los puntos débiles. Enfréntalas y saca conclusiones. Seguramente podrás mejorar varios aspectos.
  • Véndete: No hace falta que camines con un letrero que diga "Soy Genial", pero sí hacer saber a quien corresponda lo (mucho y bueno) que haces para no perder el trabajo. ¿Qué tal si envías cada 15 días un informe a tu jefe con aquello en lo que estás trabajando?.

Si ya no aguantas más la presión, sabes que te van a despedir, no quieres prolongar la agonía y decides ser tú quien les plante a ellos, espera un poco!!! De otra manera anularías la posibilidad de recibir una indemnización y el paro forzoso. Ten paciencia.

Fuente: CosmoHispano.com

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