- Tartrazina: cuando Kraft anunció el año pasado que eliminaría el colorante Amarillo Número 5 (tartrazina) y el Número 6 de ciertas variedades de sus productos de Macarrones con Queso (Macaroni & Cheese), los defensores se regocijaron. El Azul 1, Verde 3, Rojo 40 y otros fueron vagamente vinculados con todo, desde hiperactividad en los niños hasta cáncer en los animales de laboratorio. Generalmente encontrados en dulces, bebidas y alimentos horneados, los aditivos de color también son utilizados en cosméticos.
- Butilhidroxianisol: el BHA (por sus siglas en inglés) es utilizado para conservar algunos cereales, chicles y papas fritas, según los centros. También se utiliza en productos de caucho y petróleo. El butilhidroxianisol se “anticipa razonablemente como un cancerígeno humano”, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, debido a los estudios animales en los que se muestra que el químico puede causar tumores en los preestómagos de las ratas y hámsteres (algo que los humanos no tienen) y los hígados de los peces.
- Galato de propilo: es utilizado a menudo junto con el BHA y un químico llamado butilhidroxitolueno, o BHT. Estos conservadores antioxidantes protegen a los productos aceitosos de la oxidación, que de otra forma se pudrirían. El galato de propilo puede encontrarse en la mayonesa, carne seca, sopa de pollo y chicle, así como productos para el cabello y adhesivos. Algunos científicos creen que el galato de propilo es un “interruptor endocrino” (PDF), lo que significa que puede interferir con las hormonas de los humanos. Los interruptores endocrinos pueden producir problemas del desarrollo, reproductivos y/o neurológicos, según los Institutos Nacionales de Salud, incluidos problemas de fertilidad y un mayor riesgo de algunos cánceres. Pero el vínculo entre el galato de propilo y el sistema endocrino necesita estudiarse más.
- Nitrito de sodio: es utilizado en su mayoría en la conservación y coloración de carnes, como tocino, jamón, salchichas, carnes frías y pescado ahumado. Sin este, estos productos se verían grises en lugar de rojos. El nitrito de sodio también se encuentra naturalmente en muchos vegetales, incluidos la remolacha, apio, rábanos y lechuga. Pero el nitrito encontrado en los vegetales viene con ácido ascórbico, que previene que nuestros cuerpos conviertan el nitrito en nitrosaminas. Las nitrosaminas son consideradas potencialmente cancerígenas para los humanos. Así que algunas empresas añaden ácido ascórbico a sus productos de carne para inhibir la formación de nitrosamina, según los Centros de Ciencia en el Interés Público.
- Terbutilhidroquinona: el TBHQ (por sus siglas en inglés) es una forma de butano que se utiliza en galletas, papas fritas y algunos productos de comida rápida. También puede encontrarse en barniz, laca y resina. Ayuda a prolongar la vida útil de los alimentos y, si se consume en niveles bajos, se considera segura. En dosis más altas, arriba de lo que la FDA dice que los fabricantes pueden utilizar en la preparación de la comida, se encontró que la THBQ causa “náuseas, vómito, zumbidos en los oídos, delirios, una sensación de sofocación y colapso”, según A Consumer’s Dictionary of Food Additives (El diccionario de aditivos de alimentos del consumidor). También puede causar inquietud y problemas de la vista.
- Dióxido de silicio, sílice y silicato de calcio: también conocido como sílice, es un material de origen natural (PDF) compuesto de conchas de pequeñas algas unicelulares. También podrías reconocerlo como arena, del tipo que se queda atorada en tu traje de baño en la playa. El dióxido de silicio es utilizado en crema seca para café, sopas secas y otros alimentos en polvo. También es utilizado como repelente de insectos, al quitar la capa aceitosa que cubre el cuerpo de un insecto, lo que provoca que se sequen y mueran. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos concluyó que el riesgo de salud humana es bajo y “no irrazonable”. En estudios con ratas, la exposición a altas dosis causó algunos problemas de pulmón. En otro estudio de trabajadores chinos que estuvieron fuertemente expuestos al químico se mostró una cantidad desproporcionada de muertes relacionadas con enfermedades respiratorias, cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares. El dióxido de silicio también se asoció con el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes, de nuevo, solo después de una fuerte exposición.
- Triacetina: también conocida como triacetato de glicerol, fue aprobada y reconocida generalmente como segura por la FDA como aditivo de comida. En la comida, es utilizada como plastificante para goma de mascar y caramelos chiclosos. Puede utilizarse para evitar que la comida se seque y en algunas galletas, magdalenas y pasteles. También se utiliza en perfume, cosméticos y filtros de cigarrillos y en medicamentos como el Viagra.
Fuente: CNNEspanol.cnn.com
1 personas han comentado:
Hola, me llamo Selena y acabo de descubrir este blog, ¡me acercaré con frecuencia desde ahora!
Soy estudiante de estética y en mi trabajo final de estudios estoy analizando los métodos estéticos no invasivos (al contrario que las liposucciones, etc). Obviamente, una buena alimentación es lo más importante para alcanzar el cuerpo que deseamos. Es quizá el camino más difícil y costoso, pero también el más saludable y el más barato económicamente. En todo caso, si nos sometemos a un tratamiento estético también deberemos seguir comiendo bien y haciendo algo de ejercicio, no hay milagros... así que, ¿por qué no controlar un poco la dieta? Voy a seguir buscando artículos sobre la alimentación en tu blog.
¡Un saludo!
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